Texto curatorial para la muestra La mayor distancia entre dos lugares de Franco Verdoia, diciembre de 2017.

La mayor distancia entre dos lugares

La hipótesis curatorial de esta muestra es la siguiente: Franco Verdoia fotografía los elementos que componen su alfabeto visual. Con ese alfabeto el artista luego hará películas, obras de teatro, fotografías, vivirá una vida. Con ese alfabeto, sobre todo, desplegará una sensibilidad.

Los dos trabajos que componen la exhibición (Cuñadas y El miedo es un perro que muerde) podrían pensarse como los polos opuestos y arquetípicos de lo femenino y lo masculino. Con el fin de comprobar nuestra hipótesis, preparamos la sala para evaluar corporalmente esa distancia. Así, decidimos mantener los trabajos separados pero juntos, asignándoles áreas claramente delimitadas. El límite espacial no implica jerarquización o diferencia en lo matérico; las dos series comparten tamaños, papel, marcos. El otro punto sobre el que operamos es la presencia de objetos, personales e industriales, que cumplen una función plástica, aunque también sean memento mori. Estos objetos, retrabajados en su arreglo y disposición, vienen a reforzar la idea de que la muestra toda es un repertorio visual, documental, emocional y ficcional.
No hay intento de amalgamar, tampoco de romper, sino de encontrar ese difícil punto medio en el que el artista tiene una vida posible, informada por estímulos opuestos.

En cine, el Director de Arte, responsable de materializar la imagen de la película, suele llevar una “biblia”. Esta biblia es un cuaderno donde aparecen los elementos que ha seleccionado y con los cuales trabajará: pedazos de telas, referencias de colores, de formas, bocetos, anotaciones. Todo convive ahí dentro, todavía separado pero con destino asignado: transformase en una imagen única. La mayor distancia entre dos lugares es como esa biblia desplegada en el espacio. La imagen total está detrás de los ojos de cada espectador.